Abogado de oficio

Ser abogado de oficio requiere una especial vocación de voluntariado hoy en día.

Por todos es sabido que la retribución de los abogados y procuradores del Turno de Oficio ha sufrido constantes recortes debido a la crisis económica . Si añadimos a los recortes el continuo retraso en el pago que ya se venía produciendo antes de la crisis, nos encontramos con que el Turno de Oficio se ha convertido en uno de los servicios públicos peores pagados y, sin embargo, mejor prestados.

Quizás el justiciable que solicita un abogado de oficio desconozca en qué condiciones trabajamos los compañeros que prestamos este servicio, como por ejemplo que sufragamos de nuestro bolsillo las copias de los autos, los gastos de desplazamientos (aunque se suspendan los juicios una y otra vez) o los de envío y comunicaciones con el cliente. Ello sin mencionar las eternas horas de espera en los juzgados hasta que nuestros clientes pasan a disposición judicial o las dilaciones de los juzgados hasta que señalan juicio.

A modo de ejemplo, expondremos un día de guardia de un abogado de oficio del Turno de Extranjería de Valencia al que solicitan la asistencia de una persona extranjera a las 20:00h del día de la guardia. A esta persona le han impuesto la sanción de expulsión y la resolución ya es firme (no se puede recurrir) y la policía solicita una medida de internamiento en un centro no penitenciario, para proceder a la ejecución de la sanción de expulsión. La medida de internamiento tiene que acordarla un juez, por lo que el extranjero pasará a disposición judicial al día siguiente por la mañana. Aunque el abogado de oficio no está de guardia al día siguiente (pues el horario de guardia es de 9:00h a 9:00h) debe asistirlo, así que pasará la mañana siguiente en el juzgado de guardia a la espera de que el extranjero pase a disposición judicial, normalmente sin hora determinada, así que puede estar, en el mejor de los casos, sólo por la mañana, pero puede que pase por la tarde porque por la mañana haya habido muchas declaraciones y no haya habido tiempo para pasar a declarar ante el juez. Pues bien, si gracias al buen hacer del compañero el extranjero queda en libertad, es decir, no se acuerda la medida de internamiento que solicitaba la policía, el abogado del turno de oficio de Valencia, percibirá únicamente el importe de la guardia, es decir, 100€, que, con suerte, serán ingresados en su cuenta seis meses después. Ni la asistencia ante el juzgado, ni el desplazamiento, ni las horas de espera serán remuneradas.

Éste es sólo un ejemplo real, pero como éste podríamos poner muchos más.

Esta situación ha llevado a los compañeros abogados de oficio en Madrid a tomar medidas drásticas como «colgar las togas» con objeto de denunciar el deterioro que está sufriendo el derecho a la justicia gratuita lo que supone una vulneración de derechos fundamentales de los ciudadanos, como es el derecho de defensa, a quienes mostramos todo nuestro apoyo y solidaridad.

La dotación de medios para la justicia es un derecho de todos.